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Recuérdame por qué he muerto, Chiki Fabregat

14 septiembre, 2022

Ay, qué ganitas tenía de venir a hablar de Recuérdame por qué he muertode Chiki Fabregat. Me hice con ella este verano y duró sin leer en mis manos menos de 24 horas, porque es de esos libros que no puedes parar de leer hasta que lo acabas.

Qué gozadón, eso de tirarte en el sofá y leer hasta hartarte. La gente que no lee, ¿cómo pasa las tardes bochornosas de verano?

Si alguna vez has pasado por el blog, sabes que este no es el primer libro de Chiki que te recomiendo. Ganadora del Premio SM de Literatura Juvenil, es difícil encontrar un tema que esta mujer no haya tocado en sus novelas juveniles e infantiles, e incluso escribe libros para adultos (pero para los que tienen alma de niño y quieren formar parte de la gran familia de la literatura juvenil).

Pero, aunque Chiki nunca huye de temas incómodos, con Recuérdame por qué he muerto ha rizado el rizo y ha tocado un tema complejo y muy delicado: el suicidio juvenil. No solo eso: ha conseguido crear una historia en la que, lejos de sentir desazón o tristeza, se te queda el corazoncito caliente y una sensación de que todo va a ir bien que es casi inesperada.

(¿Acabo de hacerte un espoiler de esos? NO. Léelo y verás).

Recuérdame por qué he muerto, Chiki Fabregat

De qué va

Naim es un reco, una especie de fantasma que lleva 16 años muerto. En realidad no es ni ángel ni fantasma, sino un ente obligado a vagar por los tejados, el destino reservado a quienes se suicidan. Desde su lugar de observación ha seguido la vida de Claudia, de la que se sabe cada minuto. Tiene gracia que, conociendo como conoce la vida de otras personas, no pueda recordar la suya. Y recordar es la única manera en la que conseguirá salvar a Claudia… o a sí mismo.

El día que murió mi madre, el husky se quedó tuerto para siempre, Zara se hizo mayor de golpe y yo corrí como un loco bajo una tromba de agua. Desde entonces, no he parado de correr.

«El día que murió mi madre, el husky se quedó tuerto para siempre, Zara se hizo mayor de golpe y yo corrí como un loco bajo una tromba de agua. Desde entonces, no he parado de correr».

Hasta ahí puedo leer. De hecho, te he contado demasiado. Fíjate solo en la primera frase del libro y sabrás que quieres seguir leyendo: 

¡Cómo no vas a querer seguir leyendo!

Por qué llevar Recuérdame por qué he muerto al aula

La muerte

Tantas y tantas razones… Te voy a dar solo un par de ellas, porque cada lector tiene las suyas.

Primero la más obvia, al menos para mí: porque habla de la muerte.

¿Te has dado cuenta de que es uno de los temas tabú en el aula? Y no porque los y las peques no saquen el tema, sino porque los adultos huimos de él como si nos diera alergia.

O como si nos diera miedo, que es exactamente lo que nos pasa.

Hay muy poca literatura infantil y juvenil ahí fuera que hable del duelo de perder a un ser querido, como ya te conté en esta entrada, una de mis favoritas por lo que supuso en mi forma de ver las cosas. A los adultos nos hace sentir incómodos tratar estos temas porque es un tema que nos aterra.

Y nos aterra porque es tabú. Y es tabú porque nadie habló con nosotras de él. Porque era tabú. Y así siguió la rueda, hasta el infinito y más allá.

Esta novela trata la muerte con mimo. Desde la primera frase que tienes ahí arriba hasta el final, el tema principal es el final de la vida. Por qué llega pronto a algunas casas, por qué alguien la elige por encima de la vida, por qué hay personas que destrozan vidas ajenas, qué pasa con los que se quedan atrás.

Todo se hace con mucho mimo. Ojo, no con cuidado en el sentido de poner todo entre algodones o pintarlo de rosa. Con cuidado en el sentido de que ningún chico o chica que lo esté pasando mal va a ver en la muerte una salida a sus problemas.

Más bien al contrario. Pero sin dramas.

Me explico fatal. Léete el libro y me entenderás.

El protagonista

Mi otro motivo, y ya te digo que este es muy personal, es que el personaje de Naim es de origen árabe. Lo sabes por su nombre y porque al principio del libro se menciona a su familia. Lo sabes más adelante, porque es un punto de giro en la historia (que no te voy a destripar).

Y ya. Eso es todo lo que tienes que saber sobre el origen de Naim. Porque lo importante del protagonista de Recuérdame por qué he muerto es que tenía 16 años cuando murió y que lleva otros 16 muerto.

Pero en la vida real, su origen importa. Porque en tu clase, POR FIN, va a haber un grupo de chicos que se sientan identificados con el protagonista de una novela que no habla de inmigración, de lo duro que es ser árabe en España o de cómo nuestras diferencias nos hacen especiales.

De eso también escasea mucho nuestra literatura infantil y juvenil. Y creo que es un problema muy gordo.

 

Si después de todo lo que te he contado no te animas a hincarle el diente a esta novela para después incluirla en tu biblioteca del aula, algo estoy haciendo mal. Es perfecta a partir de los 14 años, pero alguien en sexto con una madurez un poco por encima de la media no tendría problemas en leerla.

No sé a qué estás esperando, de verdad. Ya estás tardando.


Si te ha gustado esta entrada, es más que probable que busques ideas para fomentar la lectura en el aula, y Manual (in)falible de animación a la lectura puede ser justo lo que buscas. En él recopilé muchas de las técnicas que me han funcionado en el aula en distintos momentos y con distintas edades, y espero que a ti también te sirvan. Si te gusta, echa un vistazo al libro que publiqué con Plataforma Editorial, Profe, una pregunta, donde me planteo todas las dudas que me surgen a la hora de dar clase. 

Si lo que buscas lectura de entretenimiento, ¡estás de suerte! Graciana es la última novela que he publicado, un libro con humor, toques de thriller y realismo mágico que tienes disponible en Amazon. También puedes reírte con Armarios y fulares, o averiguar qué es lo que pasa en un fin de semana entre amigos en Antes de que todo se rompiera.

Como siempre, gracias por estar ahí. Gracias por leer.

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