Me gusta que a la gente bonita le pasen cosas bonitas. Me gusta que esas personas que siempre están tendiendo una mano, siempre tienen una palabra amable y siempre sonríen y te tratan bien triunfen en la vida. Por eso me alegré tantísimo cuando supe que Chiki había ganado el premio SM Gran Angular con El cofre de Nadie.
Conocer a Chiki es quererla. Punto.
Además de ser una bellísima persona, también escribe como los ángeles. Chiki tiene un catálogo extenso de literatura juvenil e infantil, y es profesora de este género en la Escuela de Escritores de Madrid. Si alguna vez te has planteado tomar un curso de escritura, que sepas que es de lo mejorcito que hay ahí fuera.
No, no me llevo un duro por esta propaganda. Como alguien que ha hecho unos cuantos cursos, te diré que los de la Escuela lo valen.
Me voy por las ramas. Venía a hablar de cómo escribe Chiki y de sus libros, no de los míos. Aunque a estas alturas, ya deberías saber que tengo unos cuantos.
El cofre de Nadie, Chiki Fabregat
Primero, lo obvio: pedazo de portada. Solo con esa imagen, ya sabes que El cofre de Nadie promete. Y no defrauda, porque desde la primera página es imposible no enamorarse de su protagonista que tan bien retratada queda en la cubierta.
Nadia es una adolescente que fue adoptada cuando era apenas un bebé en Kenia por su padre soltero. Lo único que guarda de su origen es un pequeño cofre, un cofre de vida según su padre. Dentro, una pequeña de colección de objetos le da pistas sobre su familia y su procedencia, como ese trozo de tela o ese gurruñito de lana, que indican que sus padres tenían alguna labor relacionada con la lana.
Pero, ¿seguro que es así? Rut, la nueva novia de su madre, tiene una hija de la edad de Nadia que no puede ser más distinta que la protagonista, aunque no por ello se lleven mal. Érika y su carácter extrovertido abren el mundo de Nadia a diferentes personas que de otra manera nunca hubiera conocido, y una de ellas le hará poner en duda todo lo que creía saber sobre su vida.
Todo esto, contado con ese lenguaje adolescente que Chiki tan bien maneja, que te hace meterte en la historia como si te estuviera pasando a ti. Imposible dejar El cofre de Nadie una vez empiezas a leer. Te lo dice una que se lo leyó de una sentada (literalmente, porque lo hice en un viaje en tren en el que ni me levanté a mear).
Razones para incorporarlo a la biblioteca del aula
Te va a parecer (con razón) que estoy muy pesada con la portada, pero creo que es uno de los reclamos más atractivos que tiene el libro. Si trabajas en un centro público, es más que probable que un porcentaje de tu alumnado sea negro. Echa un vistazo a los libros de ficción que tienen a mano. ¿Cuántos tienen como protagonista una persona negra? Estoy segura de que la cifra se acerca mucho a cero.
Será que trabajar en Texas me ha sensibilizado con ciertos temas, igual que cuando trabajé en mi último colegio en Vitoria me sensibilicé ante la realidad LGTBQ+ y el feminismo. Vivir en un entorno con un alto porcentaje afroamericano que no siempre juega con las mismas bazas que otros grupos hace que me fije en cosas como los libros que tienen accesibles, sobre todo en sus portadas.
En España todavía no hay muchos, menos aún libros cuyo único tema sea Ser Negro. Igual que las novelas sobre Ser Gay que han abarrotado cada esquina, hasta que han empezado a surgir personajes gays que no tienen que explicarse.
Solo con eso, ya sería suficiente. Pero es que, además, El cofre de Nadie trata con mucho tino varios temas que, en la adolescencia de muchos de nuestros chicos y chicas, están muy presentes. El padre de Nadia está comenzando una relación, y eso nunca es fácil. Érika también es un ente nuevo en su vida, y la novia de su nueva hermanastra es un poco… digamos que no muy buena persona. Todos los personajes son tan de carne y hueso, sus diálogos y actitudes tan cercanos, que cualquier adolescente va a encontrar alguien con quien identificarse.
Qué leches, un adolescente. ¡Yo!
Este es uno de esos libros que necesitas tener cerca de tus peques en el aula. Por lo bien escrito que está, por la representación y la diversidad que abunda en sus páginas y porque, jopé, lo ha escrito Chiki.
Si te parecen pocas razones, léelo tú y seguro que encuentras un buen puñado más.
Por supuesto, otro libro para adolescentes que no puedo evitar recomendarte es Antes de que todo se rompiera, también con personajes muy reales porque son reflejo de lo que me rodea. Y el Manual (in)falible de animación a la lectura será el complemento perfecto a la sección para profes de tu biblioteca, junto con todas las preguntas que surgieron en Profe, una pregunta.
Como siempre, gracias por estar ahí y gracias por leer. Y sobre todo, gracias por hacer que lean.
2 Comments
Ay, qué bonito todo lo que dices, me lo voy a imprimir para forrar las paredes 🙂
Espero que tengas una casa enorme, porque no vas a tener paredes suficientes. ¡Smuack!