Los docentes en Estados Unidos compramos los materiales del aula de nuestro bolsillo. Me lo habéis preguntado a menudo. Lo confirmo: es cierto.
Hace unas semanas se hizo viral un vídeo en el que se veía a docentes arrastrándose por el suelo recogiendo billetes de dólar, y a gente vitoreando y animando a esos maestros. Paton Oswald, un actor muy conocido en EEUU, lo criticaba diciendo que había que dar el dinero directamente a los maestros, o que al menos los billetes fueran de 20 dólares.
JUST IN: An arena in South Dakota is holding a “Dash for Cash” where teachers get on their knees and fight for one dollar bills that they can use for classroom supplies while spectators watch and cheer. (h/t @AnnieTodd96) pic.twitter.com/jIht84Ls9W
— No Lie with Brian Tyler Cohen (@NoLieWithBTC) December 12, 2021
El dinero, ojo, no era ellos, sino para el aula. Para poder dar clase decentemente y que los y las peques tengan un entorno acogedor.
Todos los años, un par de semanas antes de clase, las profes nos pasamos por el Dollar Tree, Walmart, Target o similares buscando material para decorar la clase, rotuladores para la pizarra o cartulinas para los proyectos. Todo el material, absolutamente todo, sale de nuestro bolsillo en este país, exceptuando quizás los folios para las fotocopias (folios normales, si los quieres de colores los traes tú) y, si tienes suerte, la grapadora y sus grapas.
(La mía la compré yo. Las chinchetas que hay en mi clase, también. Y los rotuladores de la pizarra, que se gastan con la mirada y en el cole solo hay negros. Rotuladores para compartir en las bandejas de los grupos de peques, las bandejas de los grupos de los peques, archivadores, carpetas, gomas extras, lápices, material de manualidades… Todo comprado por mí).
Estamos hablando de una profesión que, en EEUU, es la peor pagada en relación a la formación que se necesita y las horas que se meten. Estamos hablando de que gente que se las ve y se las desea para llegar a fin de mes, que no tiene baja médica, que se juega el puesto de trabajo si le acaban los días por enfermedad (diez al año), esa gente, tiene que llevar los materiales de trabajo de casa.
Y hacen un concurso para humillar más al personal.
Quise pegar al ver el vídeo.
Materiales del aula de nuestro bolsillo: EEUU y la docencia
Por estos lares hay una coña muy extendida: La docencia es la única profesión en la que, en vez de llevarte el material de oficina a casa, lo llevas de casa al trabajo.
Hay gente que se trae hasta el mobiliario del aula. La escuela te da unos mínimos (sillas y mesas para los peques, la del profesor, una silla con ruedas y ya) y el resto lo pones tú. Si necesitas una estantería extra, unas baldas para organizar mejor la clase, cajas donde guardar las cosas, lo que sea… sale de tu bolsillo. O de donaciones, o de las ventas de garaje que tanto se estilan, pero no las pone el cole.
He visto clases que no creerías. Con un mobiliario que para mi casa lo quiero, butacas incluidas. Bolas de yoga, sillas ergonómicas, unas estanterías preciosas llenas de libros preciosos.
Y he visto clases casi desiertas. El papel continuo de colores (de lo poco que da el cole) en las paredes, con el arte que le pueda poner la profe con lo poco que nos dan, y ya. Mesas grises. Libros apilados de la mejor manera posible en una clase que adolece de falta de espacio. Rincones desordenados porque no hay manera de encontrar una estantería que nadie quiera en el colegio. Falta absoluta de una biblioteca decente en clase con libros de este siglo.
Tu clase depende de tu poder adquisitivo. Si tienes una pareja que gana suficiente dinero para mantener a la familia sin que tu sueldo haga demasiada falta, puedes gastar mucho dinero en el aula. Si eres una madre soltera que se las ve y se las desea para llegar a fin de mes, tu alumnado va a sufrir.
Hay colegios que sí tienen dinero para gastar en las aulas. El dinero que reciben se basa en los impuestos a la propiedad. Los barrios ricos pagan más que los barrios más pobres, así que los colegios de los que más tienen van a salir mejor parados que los que menos tienen.
Sí, es el dichoso nivel socioeconómico que tanto afecta a la educación, por mucho que algunos se empeñen en negarlo, pero llevado al extremo. Aquí no es solo el nivel de cada familia, sino el nivel de los vecinos y el del mismísimo barrio.
Y el de los docentes. El futuro de los niños y niñas de este país depende de que su maestra pueda amueblar la clase de su bolsillo.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Nos reímos de lo que pasa a este lado del charco, pero quizás no deberíamos hacerlo tan alto. Piensa que, por alguna razón que jamás entenderé, tenemos tendencia a copiar lo que se hace en EEUU.
Ya han empezado a copiar los exámenes estandarizados. Ya han empezado a comparar escuelas.
Y puede que pienses que no tiene nada que ver, y puede que estés en lo cierto. Pero, cuando empiezas a competir y a clasificar a las escuelas por sus resultados, estás abriendo la puerta al «todo vale».
Aquí, esa clasificación condiciona el dinero que las escuelas reciben del gobierno. Si no mejoras de año en año, algo estás haciendo mal, algo tienes que mejorar. Tu puesto de trabajo está en peligro si ven que no hay crecimiento. Pueden entrar en la escuela y reorganizarla entera, echar a quien no consigue resultados.
¿Que tu barrio ha cambiado y el alumnado que tenías hace dos años ya no es el mismo? Me da igual. ¿Una crisis económica ha dejado a las familias en la más absoluta miseria y eso se nota hasta en la escuela? Excusas. ¿Un tornado se ha llevado el colegio? Ajo y agua. Hay que crecer, hay que mostrar resultados, la escuela la pagamos entre todos, os pasáis el día dibujando, sois unos vagos.
Si en España ya se da por supuesto que tenemos que dar nuestro tiempo libre al trabajo (el día que cumplamos a rajatabla el horario, esto se va a la mierda), el salto a que pongamos dinero de nuestro bolsillo para comprar lo que haga falta para la clase, en mi opinión, no es tan grande.
Sobre todo si seguimos copiando un sistema basado en la productividad, donde los niños y niñas dejan de ser seres humanos para convertirse en cifras y sus logros se miden con preguntas de elección múltiple. Si la privatización de la educación continúa y se usa el crecimiento para pagar los sueldos a los profesores, como pasa a este lado del charco, el dinero empezará a salir de nuestro bolsillo para decorar las clases igual que sale aquí.
Y tal y como somos, ya estoy viendo el próximo Supervivientes Docentes o un Operación Triunfo: da tu mejor clase. Líder de audiencia, como si lo viera.
Si te ha gustado esta entrada, espero que te animes a echar un vistazo al libro que publiqué con Plataforma Editorial, Profe, una pregunta, donde me planteo todas las dudas que me surgen a la hora de dar clase. También puedes hacerte con Manual (in)falible de animación a la lectura y llenar tu cabeza de ideas para llevar al aula.
Si lo que buscas lectura de entretenimiento, Armarios y fulares conseguirá hacerte reír. O también puedes averiguar qué es lo que pasa en un fin de semana entre amigos en Antes de que todo se rompiera.
Como siempre, gracias por estar ahí. Gracias por leer.
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