Twitter se ha convertido, desde hace ya tiempo, en una fuente de inspiración para los artículos de este blog. Los hilos y las conversaciones que salen del claustro tuitero suelen darme temas a mansalva para escribir sobre cosas con las que estoy de acuerdo y con las que no. La última ha sido el uso de la gramática en el aula de Lengua Extranjera.
Y es que en Educación, como en cualquier profesión que se precie, hay opiniones para todos los gustos. Como opinar es gratis, lo hace cualquiera y desde cualquier púlpito, y esto a veces es literal: opinan los curas que defienden la concertada, los economistas que quieren convertir la escuela en una cantera de mano de obra barata, las editoriales que nos cuelan libros hasta en la sopa, las empresas de software que nos venden sus programas, los cocineros que… ni idea de por qué opinan los cocineros, pero lo hacen.
Y por supuesto, los ochocientos millones de expertos que opinan sobre asignaturas que deberían enseñarse en la escuela. Como sigamos sumando, no va a haber horas en el día ni para dormir.
Según vas ganando en experiencia, también aprendes a quién debes escuchar y a quién no, incluso cuando esas opiniones difieran de las tuyas. Yo no estoy siempre de acuerdo con lo que leo en Twitter, pero hay gente cuya opinión respeto aunque no comparta, y hay otra a quien ni siquiera escucho.
Porque no, tener hijos que van a la escuela no te da automáticamente un título de Magisterio. Tu opinión no vale lo mismo que la mía por más que yo no sea madre: educa a tus hijos en casa como te dé la gana, pero en el cole déjame a mí.
También me da igual que pienses que deberían incluir la asignatura de actividades náuticas: si no has pisado un aula en tu vida no tienes credibilidad conmigo.
Y ninguno de mis alumnos y alumnas, en 23 años de experiencia, ha necesitado saber navegar antes de acabar Primaria. Así que tampoco me vale lo de «es súper útil y necesario», digo yo.
Uno de los temas que salió la semana pasada fue el de la gramática en el aula. Un profesor de Secundaria hizo saltar la liebre al decir que, si el 40% del alumnado no era capaz de distinguir un sujeto de un predicado al llegar a primero de la ESO a pesar de haberlo visto en todos los cursos de Primaria, ¿no sería mejor centrar el esfuerzo en la comprensión lectora y en enseñarles a redactar bien distintos géneros de texto?
La veda de las opiniones se abrió. Yo, en un principio, estaba de acuerdo con él. Creo que es mucho más útil centrarse en que sepan leer y escribir, que capten la ironía y el subtexto de un escrito, antes de saber cuál es el sujeto o cuál es el predicado. La conversación, sin embargo, continuó, y profesionales como la copa de un pino fueron dando sus opiniones de tal forma que me hicieron cambiar la mía, o al menos modificarla. Podía ver su punto de vista, entenderlo e incluso aceptarlo (con fisuras).
Hasta que alguien mentó a la bicha: la gramática es importante para aprender una lengua extranjera, por eso tienen que saber qué es un sujeto y un predicado.
Y ahí me convertí en un monstruo verde. Por suerte, un monstruo que sabe que discutir por Twitter no vale para nada y tiene la cabeza lo suficientemente fría para gritarle a la pantalla sin escribir nada, pero verde. Muy verde.
Gramática en la clase de Lengua Extranjera en Primaria: ¿Pa’ qué?
Puedo, aunque me cueste un esfuerzo, ver la utilidad de la gramática en tu lengua materna, en una lengua que controlas bien y cuyo lenguaje manejas con una habilidad que te permite aprender el metalenguaje necesario para hablar de ella. Pero aprender un idioma desde cero basándote en la gramática en Primaria me parece una barbaridad como un piano.
¿Que por qué? Porque yo lo hice. Y fue una barbaridad como un piano.
Y te hablo de ello desde mi trabajo en Texas, EEUU, con mi Filología Inglesa y el C2 en inglés a la espalda, no como alguien que dejó de estudiar porque no se le daba bien la gramática. Yo era muy buena en clase y era capaz de escribir frases perfectas y entender cualquier texto que me pusieran en clase, y por eso mis padres me apuntaron a una academia para que avanzara más. Pero no aprendí inglés hasta que fui adulta.
Sí, claro que se puede aprender un idioma a través de la gramática en el aula de Lengua Extranjera. Igual que se pueden aprender las fechas más importantes en Historia de memoria, o aprenderte las figuras literarias de Literatura de carrerilla y sin ejemplos. Se puede… si tu intención es aprobar el examen.
Pero si lo que quieres es aprender un idioma, hablarlo, comunicarte con nativos, solo la gramática no te va a servir de nada.
Y en Primaria, lo único que va a conseguir es que tus alumnos odien el inglés (o francés, o lo que sea) a muerte. Como les pasó a la mayoría de compañeros y compañeras de mi clase, desde sexto de EGB hasta COU.
Porque la abstracción requerida para trabajar la gramática al nivel sistemático que la aprendemos en nuestra lengua materna requiere un control muy alto de ese idioma. Y pasarse al castellano para decir «esto es el verbo, significa tener» es trampa. Es lo que se ha demostrado una y otra vez que no funciona.
Porque lo que importa es la cantidad de palabras, frases y textos (orales o escritos) que escuchan al final del día, el input de toda la vida. La gramática necesaria se aprende a partir de esos ejemplos, igual que tú aprendiste a hablar en castellano (o euskera, o catalán, o chino mandarín) a base de que te repitieran una y otra vez las mismas frases.
No hace falta saber que el verbo to be es un auxiliar y que se conjuga de distinta manera dependiendo de la persona para poder decir I´m happy, you´re funny, she´s my friend.
El objetivo de un aula de Lengua Extranjera no debería ser repetir hasta la saciedad la misma actividad de rellenar huecos para sacar un diez en el examen, para luego no tener ni idea de cómo se usa esa parte de gramática que supuestamente ya controlas.
¿Hace falta escribir en inglés en Primaria? Sí. ¿Hace falta que esos escritos sean correctos, sin faltas gramaticales, ni de ortografía? No: si puedo entenderlo, ha cumplido su función. ¿O eres de las que machaca hasta la muerte a ese peque de cuatro años que escribe su nombre por primera vez con las letras dadas la vuelta? (Si lo haces, deja de leer. Hasta luego. Feliz curso). Cuando aprendemos a hacer algo, se esperan errores. Si lo haces bien a la primera, no te estoy pidiendo lo suficiente.
¿Hace falta que ese texto tenga coherencia y sentido? Sí. ¿Es esto transferible de una lengua a otra? Sí, sí, sí. Si estás trabajando gramática en su primera lengua (o en la segunda, como ocurre en las comunidades bilingües), ¿qué sentido tiene enseñar gramática en el aula de Lengua Extranjera cuando lo que necesitan es vocabulario, pronunciación, input a tope?
Sobre todo: ¿Cómo vas a analizar las partes de una frase si no sabes lo que dice esa frase? ¿Para qué saberte la dichosa fórmula de auxiliar-sujeto-verbo si no distingues el significado de ninguna de las palabras?
¿Se puede aprender un idioma solo con gramática? A estas alturas de la vida, estoy convencida de que hay gente que aprende de cualquier manera, incluso a pesar del profesor, así que sí, claro. Pero si lo que queremos es llegar a más alumnado con nuestra forma de dar clase, la gramática en el aula de Lengua Extranjera hace más daño que bien. Si en lugar de una infinita colección de actividades mecánicas les das la oportunidad de tener un pen-pal moderno al que tengan que escribir un email, una situación comunicativa real, el aprendizaje va a llegar mucho más lejos.
Ya les tocará dar gramática en Secundaria, cuando ya controlen el idioma. Que se encarguen ellos y ellas, no te vas a molestar tú para nada.
Y, con un poco de suerte, tus peques no se echarán a temblar de miedo a los veintipico años cuando les toque viajar al extranjero y se den cuenta de que no han hablado con un nativo en su vida.
Como le pasó a una amiga.
(Bueno, vale, te lo voy a decir: la amiga soy yo).
Si te apetece ver en qué líos (digooo, hilos) me meto en Twitter, puedes seguirme aquí. Si lo que quieres es leer más opiniones sobre educación fundadas en la experiencia, me encuentras en este libro publicado por Plataforma. Si te apetece echar un ojo por el blog pero no sabes por dónde empezar, prueba con esta recopilación.
Y si lo que quieres es leer una novela que te ayude a relajarte y reírte un poco tras un día peleando con la gramática en el aula (que te doy, ¿eh?), tienes esta.
Mira que te lo pongo fácil, ¿eh? ¡Solo tienes que hacer click!
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