Blog Recursos TIC en el aula

Redes sociales en el aula

9 diciembre, 2020

Que a estas alturas de siglo todavía se esté hablando de las redes sociales en el aula resulta bastante chocante. Están tan metidas en nuestras vidas que se me hace imposible imaginarme un solo día sin usar alguna de ellas, aunque sea por aburrimiento mientras espero en algún sitio.

Twitter, Facebook, Pinterest, Youtube, Instagram… No hay día que no eche un vistazo a la gran mayoría de ellas, aunque no tenga una cuenta personal. Y eso que soy de la Generación X y TikTok no me llama nada.

¿Cómo no van a usarlas nuestro alumnado, la generación más conectada de la historia? ¿Pretendemos que se pasen toda una mañana sin acceder a sus cuentas favoritas? ¿A sus fuentes de información?

Di la verdad: ¿pasas tú toda la jornada laboral sin entrar en alguna de las redes sociales que más usas?

Pero es verdad que, cuando se trata de adolescentes, el uso de las redes sociales en el aula impone bastante. En gran parte porque la tecnología avanza tan rápido que es muy difícil seguir el ritmo, y no importa cómo de empapadas en el tema estemos, si no eres adolescente no vas a estar a la última en lo que a redes sociales se refiere.

Eso, cuando trabajas con adolescentes y tecnología, supone un peligro enorme: no puedes dejar que utilicen algo que tú no controlas. Sobre todo por riesgos tan grandes como el acoso escolar.

Lo que no debemos olvidar es que las redes sociales y el peligro de que sean usadas para hacer daño no desaparecen porque no las usemos en clase. Todos los días oímos historias que nos hacen temblar de miedo, y en la gran mayoría de los casos ese acoso ocurre fuera del aula y fuera del horario escolar. Pensar que prohibiendo el uso del móvil en el instituto se va a acabar con algo así es inocente cuando menos (y pura ignorancia en los casos más graves).

Por supuesto, antes de utilizar las redes sociales en el aula tu alumnado necesita conocer el uso responsable de esta tecnología, y ya de paso damos nosotras también un repaso. Porque se nos llena la boca con lo mal que usan los adolescentes la tecnología, pero somos las primeras que colgamos fotos de desconocidos que nos han llamado la atención por cualquier cosa.

El tema de la privacidad que tanto les pedimos en clase lo dejamos para otro día, vaya. No te digo ya si encima incluimos un chiste sobre la persona en cuestión.

Las redes sociales en el aula pueden ser beneficiosas si se utilizan para bien, como todo. Hay muchas actividades que puedes llevar a cabo con ellas que no solo te serán útil para trabajar contenidos y competencias, sino para ganarte a tu alumnado.

A ciertas edades, esto significa todo un triunfo. Y no estamos para desaprovechar triunfos.

Redes sociales en el aula y actividades con cada una

No voy a poner todas las redes sociales que hay porque he perdido la cuenta y dentro de dos semanas seguro que hay cuatro o cinco más. Es imposible seguir este ritmo si tienes más de dieciséis años.

Sí te voy a mencionar las que más usan los adolescentes, que son muy distintas a las que usamos tú y yo. Aunque la mayoría de mi tiempo lo paso en Twitter, el día que me encuentre por ahí a una alumna mía sabré que ha llegado la hora de jubilarme.

Instagram: expresión artística y escritura en uno

Iba a decirte que Instagram es la red de moda porque toda la gente que conozco se está pasando a ella. Eso, con toda probabilidad, puede significar que los adolescentes están saliendo de ella por patas.

Pero qué sé yo.

Esta red, como espero que ya sepas (porque si no, vives debajo de una piedra), mezcla lo visual y lo escrito a base de fotografías y texto que, aunque imagino que no es ilimitado, sí da para una buena parrafada. He visto gente utilizar las imágenes para mostrar textos cortos y poemas; también hay quien pone una imagen sugerente y escribe el texto debajo.

La uses como la uses, es la red más adecuada para que tu alumnado más artístico pueda expresarse. Puedes pedirles que saquen una foto que les inspire para escribir y que redacten el texto debajo; el resto de la clase puede comentar tanto el texto como la imagen y así darle sentido a la escritura.

Tanto «emisor, mensaje y receptor» y parece que siempre nos dejamos la última parte, cuando es la más importante.

Anímales a sacar fotos propias en vez de usar imágenes ajenas, para que así toda la actividad tenga un sentido más personal. Por supuesto, quien dice foto dice un dibujo si tienes a algún artista en clase.

Puede ser en horario escolar (lo ideal) o fuera de clase; si tienes cuenta en la red, solo tienen que etiquetarte en la publicación para que puedas comprobar lo que han hecho.

Publicar un texto que van a ver más ojos que los tuyos les va a dar otra motivación, y el hecho de poder compaginarlo con una imagen, más aún. Deja claras las normas de la actividad, qué tipo de imágenes son aceptables y cuáles no. Como es una tarea para clase, tienes el poder de suspenderles la actividad si no siguen los parámetros que has puesto.

Peor aún: hazles entregar la redacción en papel. Verás cómo deciden seguir todas las normas que tú les pidas.

TikTok: para los más salseros de la clase

Aunque no tengo esta red social, yo también he visto muchos de los vídeos que rondan por ahí y que son verdaderas maravillas. La imaginación de la gente no parece tener límite.

Su tiempo libre, tampoco.

Seguro que en tu clase, igual que en la mía, hay más de un chico o chica que se expresa mejor en una exposición oral que en un texto escrito. Mejor dicho: se expresan mejor haciendo el payaso. ¿Por qué no aprovechas las ventajas de esta red para dejar que fluya su creatividad?

Recrear un diálogo entre los protagonistas del libro, dar su opinión sobre un tema disfrazada de uno de los personajes, cambiar el punto de vista de la obra… Las opciones son interminables.

La motivación, de nuevo, va a ser mucho mayor que la que tendrían para sentarse a escribir ese mismo ejercicio. Por supuesto, la reflexión escrita tiene que tener un hueco en la clase, pero no necesitas que todas las actividades sean una redacción. Si cuelas un vídeo de vez en cuando, verás que el porcentaje de deberes hechos crece exponencialmente.

Y si encima lo haces en horario lectivo, mejor que mejor.

Twitter y el punto de vista

Sí, te acabo de decir que Twitter es para viejunos. Pero dame un momento.

Si te mueves por esta red, habrás visto que hay cuentas muy divertidas. El Coronavirus tiene la suya propia, por ejemplo, por no hablar de la cuenta de Dios o del mismísimo Góngora. Prueba a hacer algo así con tu alumnado.

¿Cómo se comportaría Ana Ozores en Twitter? ¿De quién hablaría, de su marido o de don Fermín? ¿Qué tipo de conversaciones tendrían Unamuno y Lorca? ¿Y si Cervantes hubiera coincidido en la misma época que ellos?

De nuevo, las posibilidades son infinitas y limitadas solo por el tiempo que le podamos dedicar. No toda tu clase va a participar con el mismo entusiasmo, pero puedes encontrar cosas muy divertidas si les dejas sueltos en la selva de Twitter.

Eso sí: asegúrate de enseñarles cómo poner candado en sus cuentas y limitar el acoso de gente ajena a la clase. Porque si algo tiene esta red social es mala leche y no quieres exponer a tu alumnado a la jauría de lobos que a veces abunda en Twitter.

__

Después de leer esto, seguro que a ti se te ocurren un montón de ideas que llevar a cabo con otras redes sociales en el aula. Y es que, si algo bueno nos ha traído la tecnología, es la inmensa cantidad de cosas que se puedan hacer con un poco de imaginación y las herramientas adecuadas.

You Might Also Like

2 Comments

  • Reply Sergio 11 diciembre, 2020 at 9:48 pm

    Mi duda es: Como educadores, ¿debemos fomentar el uso de una herramienta que no es»legal» hasta los 14 años?
    Más que una duda, es un cargo de conciencia y una responsabilidad que me gustaría sacudirme de encima.
    Al margen de que sean motivadoras (no enseñamos solo lo guay), hay que meter las redes sociales en el aula para enseñarles a usarlas con educación, respeto y responsabilidad.

    • Reply Ruth 12 diciembre, 2020 at 4:15 pm

      Muy de acuerdo. Yo no la usaría antes de esa edad por lo que tú dices, por mucho que en casa no vean el problema. Y antes de hacer cualquier actividad, por supuesto, hay que trabajar la seguridad y el uso responsable. No es tanto enseñar lo guay, sino usar algo cotidiano y que les gusta para poder «colar» trabajos y actividades que quizás no les gusten tanto. Pero como segundo paso, por supuesto, después de trabajar cómo usarlas.

    Leave a Reply