Vuelvo a la carga con la sección de Lecturas Recomendadas, esta vez con El club de los miércoles, de Áfrca Vázquez Beltrán. Ya que no podemos salir de casa (porque no, NO PODEMOS), al menos acompañarnos de un buen libro.
Qué compañía hacen los libros, madre.
El club de los miércoles es una de esas lecturas que acompañan en las tardes grises. Cortita, con muchos personajes adorables y varias subtramas que harán las delicias de cualquier adolescente que tengas en casa.
O maestra de cuarenta y cuatro años que vive en Texas, vaya.
El club de los miércoles, de África Vázquez Beltrán
Trama
La trama es tan sencilla que podía ser perfectamente real, y por eso engancha tanto.
Ruth (maravilloso nombre), una profesora de Lengua y Literatura en un instituto, está preocupada porque sus alumnos y alumnas no reciben la suficiente instrucción en arte y música y muchos están desmotivados. Se le ocurre crear un club de arte e invita a aquellos chicos y chicas que, cree, más van a disfrutar con la experiencia.
No es casualidad que todos los que invita sean adolescentes que, en mayor o menor medida, no encajan en el molde de la clase. Excepto Cloe, que es la chica que a todo el mundo cae bien (o eso parece), el resto tiene algo que los hace distintos. A veces, esa diferencia está solo en su cabeza, pero es suficiente para que condicione su forma de actuar.
Por desgracia, el grupo no congenia desde el principio y hay más de un problema al que la profesora tiene que hacer frente, y los chicos y chicas también.
Pero eso ya no te lo cuento, porque si no, ¿qué gracia tiene que te leas el libro?
Temas en El club de los miércoles
África trata de todo en este libro.
Como profesora, uno de los temas que más me ha llegado es el de no sentirte apoyada por el equipo directivo cuando quieres hacer algo nuevo. Las críticas, el «esto aquí no se ha hecho nunca», los «¿y eso para qué?» son cantinelas demasiado familiares.
De hecho, iba a poner como única pega del libro que los profesores que se enfrentan a Ruth son demasiado malos para ser verdad, pero por desgracia, me temo que no. Yo he tenido la suerte de no encontrarme nunca con gente así en puestos de poder, aunque las he tenido de compañeras.
Y el ambiente se convierte en una pesadilla en la que se hace imposible trabajar.
El club de los miércoles trata también la diversidad sexual y afectiva de los adolescentes, el bullying, la pertenencia al grupo. Lo hace desde dentro, dejando que sean los adolescentes quienes tomen el control de su vida, sin intervención adulta.
Aunque la figura de Ruth siempre está ahí (como en este blog, hello!!) y en varios momentos los personajes le piden ayuda. Eso es algo que me ha gustado especialmente de la novela, porque muy a menudo los libros juveniles dejan a los chicos y chicas sin asideros adultos.
Tienen que saber que hay muchos adultos ahí fuera dispuestos a ayudar. Necesitan entender que siempre van a encontrar a una profe, un profe, la madre de una amiga, dispuestos a echar una mano y prestar una oreja.
En resumen: si tienes adolescentes en casa buscando algo que leer, El club de los miércoles es perfecto tanto para quienes leen a menudo como para aquellos a quienes les da pereza. Y si se enganchan y necesitan más libros de ese estilo, siempre le pueden echar el diente a Antes de que todo se rompiera. Aunque te advierto que este último dice muchos más tacos.
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